1. Tempo di Borrea, Partita I BWV 102 in A Minor (J.S. Bach) 6:48
2. Frogg Gaillard (John Dowland) 2:44
3. Lachrimae Pavie (John Dowland) 4:12
4. La Mallassis: Sarabande (Charles Mouton) 2:35
5. Sarabande, Suite for Baroque Lute BWV 1012 in D Major (J.S. Bach) 4:23
6. Prelude in D Minor (Sylvius Leopold Weiss) 1:45
7. Courante in D Minor (Sylvius Leopold Weiss) 3:33
8. Marizapalos (Gaspar Sanz) 4:25
9. La Tarantela (Gaspar Sanz) 2:10
10. Romanesca o Guardame las vacas (Alonso Mudarra) 3:00
11. Veynte y dos diferencias sobre Conde claros (Luys de Narvaez) 2:54
12. Largo, Concerto in A Major for Lute, 2 Violins, Alto and Cello (Bernhard Joachim Hagen) 4:32 13. Toccata 6 (Giovannni Girolamo Kapsperger) 2:42
14. Gagliarda (Giovannni Girolamo Kapsperger) 2:04
15. Adagio, Sonata I BWV 1001 in G Minor (J.S. Bach) 3:47
16. Pavane et Sauterelle (Pierre Attaingnant) 3:44
17. Bransle de Poictou (Pierre Attaingnant) 3:01
18. Canarios (Fransisco Guerau) 2:29
19. La Cascade (Le Vieux Gaultier) 8:06
20. Sarabande 'la sans Pareille' (Jacques De Gallot) 4:04
21. Prelude, Partita III BWV 1006 in E Major (J.S. Bach) 4:52
¿Algien habrá soñado en tener una vida placentera colmada de algo que valga la pena y poder vivir un mundo bello y sano? No dudo que alguien tenga ese beneplácito y también seguro que cada cual tendrá reflejado su sueño en algo particular que haga su pasaje más feliz en esta vida y por este mundo. En mi caso tengo sueños en tener una vida tranquila con absoluta paz y armonía; ese sueño se ve reflejado en esto que podrán escuchar, algo sencillamente divino, algo que colma mis sentidos, ese arpegio laudero ejecutado con un hijo de Dios privilegiado del talento y del arte de expresar lo más evocativo y maravilloso de un majestuoso instrumento, el laúd, eso hace Hopkinson Smith. Dios colme en bendición al autor del link subido en Avaxhome y extraído por este humilde servidor, separando las pistas y ofreciéndolo más digerible a los asiduos visitantes y comprensivos amigos del blog. Al fin y al cabo todos somos cómplices de compartir y escuchar estas maravillas que circulan de aquí para allá sin saber quien las puso en el camino y quien disfrutó de su encanto y recirculó la obra en oídos de todos, de eso se trata, por eso estamos aquí y seguiremos hasta donde nos sea permitido; nada nos llevamos a otro mundo más lo que pueda caber en el espíritu, ya sea bueno o malo y en mi caso soy rico en sentimientos y espíritu, pues este tesoro divino va conmigo a la eternidad; gracias Hopkinson, que tu espíritu sea eterno e infinito.
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